Ibarrísimo VI

Tras 24 años de autonomía, en un proceso vertiginoso, hemos pasado de ser conocidos por aquellos que repartíamos tierras, a ser gente que reparte conocimiento a través del software libre; la primera razón respondía a un principio básico y, la segunda a la inteligencia y ver con claridad el futuro, que empieza a ser presente y, repartir conocimiento es el sueño de cualquier socialista, con la ventaja de lo que le das a uno no se lo quitas a otro, sino aumentas su inteligencia, nos estamos guiando por el principio de la vieja economía, el valor no radica en la escasez, sino en la abundancia, cuanto más conocimiento, mejor para todos.

Los extremeños, mientras se discutía de la identidad, hemos estado callados, no hemos reclamado ser nación, ni comunidad histórica pero, eso no significa que somos menos nosotros, sino que hemos decidido que no queremos ser lo que fuímos, sino que queremos ser lo que seremos, posición de aquellos que pretenden ser lo que fueron en tiempo pasado.

Queremos apostar mirando al futuro que, es lo que saben hacer los pueblos libres e inteligentes. Nos traicionan dos cosas: el nombre, porque como casi nunca nadie le hecho cuenta a esta tierra, se quedó con el nombre de Extremadura, uniendo dos términos, saliendo un concepto bastante negativo; y, el tópico, se piensa que Extremadura es la región que menos crece, cuando el pasado año fuímos la segunda. Hemos decidido apostar por una sociedad donde la inteligencia viene en nuestra ayuda, la materia prima del desarrollo de un pueblo.

Sobre software libre, somos la primera región que está metiendo este software en toda la región y, la gente no lo comprende pero, nadie dudaría que un administrador hiciera una autovía y, alguién se le ofreciera gratis y, eligiera pagar, duraría muy poco. España paga 1.000 millones de euros en software propietario, porque no acepta que existe uno libre que, además favorecería la creación de empresas secundarias.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra

durente su conferencía hoy en el Foro de Nueva Economía

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